La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2023-08-12 lo siguiente:
Pr 31, 10-13. 19-20. 30-31
Salmo Responsorial Sal 130, 1. 2. 3
Mc 3, 31-35
Lectura del libro del Deuteronomio 6, 4-13
Habló Moisés al pueblo y dijo: —Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente
uno.
Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las
fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y
hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las
atarás a tu muñeca como un signo, serán en tu frente una señal; las escribirás en
las jambas de tu casa y en tus portales.
Cuando el Señor tu Dios te introduzca en la tierra que juró a tus padres -a Abrahán,
Isaac y Jacob- que te había de dar, con ciudades grandes y ricas que tú no has
construido, casas rebosantes de riquezas que tú no has llenado, pozos ya
excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado,
comerás hasta hartarte.
Pero cuidado: No olvides al Señor que te sacó de Egipto, de la esclavitud.
Al Señor tu Dios temerás, a él sólo servirás, sólo en su nombre jurarás.
Salmo responsorial Sal 17, 28-3a. 3bc-4. 47 y 51ab
V/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi
libertador. R/.
V/. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos.
V/. Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador; tú diste
gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 14-19
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: Señor, ten
compasión de mi hijo que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae
en el fuego o en el agua.
Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo.
Jesús contestó: ¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?
Traédmelo.
Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Y por qué no pudimos
echarlo nosotros? Les contestó: Por vuestra poca fe.
Os aseguro que, si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella
montaña que viniera aquí, y vendría.
Nada os sería imposible.