La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2023-02-11 lo siguiente:
Lectura del libro de Isaías 66, 10-14c
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos.»
Salmo responsorial Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)
R. Tu eres el orgullo de nuestra raza.
El Altísimo te ha bendecido, hija, más que a todas las mujeres de la tierra. Bendito el
Señor, creador del cielo y tierra. R.
Que hoy ha glorificado tu nombre de tal modo, que tu alabanza estará siempre en la
boca de todos los que se acuerden de esta obra poderosa de Dios. R.
Jn 2, 1-11
Lectura del libro del Génesis 3, 9-24
El Señor Dios llamó al hombre: — ¿Dónde estás ?
El contestó: —Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me
escondí.
El Señor le replicó: —¿Quién te informó de que estabas desnudo? , ¿es que has
comido del árbol del que te prohibí comer?
Adán respondió: —La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y
comí.
El Señor Dios dijo a la mujer: — ¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió: —La serpiente me engaño y comí.
El Señor Dios dijo a la serpiente: Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el
ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás
polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la
suya; ella te herirá en la cabeza, cuando tú la hieras en el talón.
A la mujer le dijo: —Mucho te haré sufrir en tu preñez, parirás hijos con dolor,
tendrás ansia de tu marido, y él te dominará.
Al hombre le dijo: —Porque le hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol del que te
prohibí comer,
maldito el suelo por tu culpa: comerás de él con fatiga
mientras vivas;
brotará para ti cardos y espinas, y comerás yerba del campo.
Con sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella
te sacaron; pues eres polvo y al polvo volverás.
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
El Señor Dios hizo pellizas para el hombre y su mujer y se las vistió.
Y el Señor Dios dijo: —Mirad, el hombre es ya como uno de nosotros en el
conocimiento del bien y el mal.
No vaya a echarle mano al árbol de la vida, coja de él, coma y viva para siempre.
Y el Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde lo
habían sacado.
Echó al hombre, y a oriente del jardín de Edén colocó a los querubines y la espada
llameante que se agitaba, para cerrar el camino del árbol de la vida.
Salmo responsorial Sal 89, 2. 3-4. 5-6. 12-13
V/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V/. Antes que naciesen los montes, R/.
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
V/. Tú reduces el hombre a polvo, R/.
diciendo: «Retornad, hijos de Adán»
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó, una vela nocturna.
V/. Los siembras año por año,
como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.
V/. Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 8, 1-10
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a
sus discípulos y les dijo: Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo
y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar
por el camino.
Además, algunos han venido desde lejos.
Le replicaron sus discípulos: ¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado,
para que se queden satisfechos? El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis ? Ellos
contestaron: Siete.
Mandó que la gente se sentara en el suelo: tomó los siete panes, pronunció la
Acción de Gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los
sirvieran.
Ellos los sirvieron a la gente.
Tenían también unos cuantos peces: Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran
también.
La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete
canastas; eran unos cuatro mil.
Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de
Dalmanuta.