La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2020-08-01 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 1-4
Hermanos: Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que no pudo hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, lo ha hecho Dios: envió a su Hijo encarnado en una carne pecadora como la nuestra, haciéndolo víctima por el pecado, y en su carne condenó el pecado. Así, la justicia que proponía la Ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por la carne, sino por el Espíritu.
Salmo responsorial Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)
R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca. R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. R.
Mt 5, 13-l9
Lectura del Profeta Jeremías 26, 11-16. 24
En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo:
Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo
habéis oído con vuestros oídos.
Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: El Señor me envió a profetizar
contra este templo y esta ciudad las palabras que habéis oído.
Pero ahora enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, escuchad la voz del
Señor vuestro Dios;y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra
vosotros.
Yo por mi parte estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor os parezca.
Pero sabedlo bien: si vosotros me matáis, echáis sangre inocente sobre vosotros,
sobre esta ciudad y sus habitantes.
Porque ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar a vuestros oídos
estas palabras.
Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: Este hombre no es reo
de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios.
Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran
al pueblo para matarlo.
Salmo responsorial Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34.
V/. Escúchame, Señor, el día de tu favor.
R/. Escúchame, Señor, el día de tu favor.
V/. Arráncame del cieno, que no me hunda, líbrame de los que me aborrecen y de
las aguas sin fondo.
Que no me arrastre la corriente, , que no me trague el torbellino, que no se cierre la
poza sobre mí. R/.
V/. Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de
gracias. R/.
V/. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 1-12
En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus
ayudantes: Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso
los Poderes actúan en él.
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel
encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe;porque Juan
le decía que no le estaba permitido vivir con el1a.
Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.
El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le
gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera.
Ella, instigada por su madre, le dijo: Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza
de Juan Bautista.
El rey lo sintió;pero por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran;y
mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su
madre.
Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.