La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2019-12-07 lo siguiente:
Ef 3, 8-12
Salmo Responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27
Jn 10, 11-16
Lectura del libro de Isaías 30, 19-21. 23-26
Así dice el Señor, el Santo de Israel: «Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, no
tendrás que llorar, porque se apiadará a la va' de tu gemido: apenas te oiga, te
responderá. Aunque el Señor te dé el pan medido y el agua tasada, ya no se
esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la
izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: "Éste es el camino, camina por
él."
Te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del
campo será rico y sustancioso;aquel día, tus ganados pastarán en anchas praderas;
los bueyes y asnos que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventado
con bieldo y horquilla.
En todo monte elevado,
en toda colina alta, habrá ríos y cauces de agua el día de la gran matanza, cuando
caigan las torres.
La luz de la Cándida será como la luz del Ardiente, y la luz del Ardiente será siete
veces mayor, cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de su
golpe.»
Salmo responsorial Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6 (R/.: Is 30, 18)
R/. Dichosos los que esperan en el Señor (O bien: Aleluya).
Alabad al Señor, que la música es buena;nuestro Dios merece una alabanza
armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel. R/.
El sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las
estrellas, a cada una la llama por su nombre. R/.
Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor
sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Aleluya Is 33, 22
El Señor nos gobierna, nos da leyes, es nuestro rey, él es nuestra salvación.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 35 - 10, 1. 6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus
sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y
todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
—«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos;rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.»
Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus
inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
A estos doce los envió con estas instrucciones:
—«Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos
está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.»