La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2021-05-31 lo siguiente:
Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18
Regocíjate, hija de Sión;grita de júbilo, Israel;alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.» Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 (R.: 6b)
R. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.
El Señor es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder
es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la
salvación. R.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R.
Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra;gritad jubilosos,
habitantes de Sión: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.» R.
Aleluya Cf. Lc 1, 45
Dichosa tú, Virgen María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: -«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor.
Lectura del libro de Tobías 1, 1a. 2;2, 1-9
Tobías, ciudadano de la tribu de Neftalí, fue deportado en tiempo de Salmanasar,
rey de Asiria;a pesar de vivir en el exilio, no abandonó el camino de la verdad.
El día de la fiesta del Señor, Tobías, que tenía preparada una buena comida en su
casa, dijo a su hijo: —Vete a invitar a algunos hombres piadosos de nuestra tribu,
para que coman con nosotros.
A poco de marchar, regresó diciendo que habían estrangulado a un israelita y lo
habían tirado en la plaza.
Pegó un salto, dejó la mesa sin probar bocado y fue a donde estaba el cadáver;lo
recogió y a escondidas se lo llevó a casa, para enterrarlo sigilosamente a la caída
del sol.
Una vez escondido el cadáver, se puso a comer, apenado y desazonado, recordando
lo que había dicho el Señor por medio del profeta Amós: «Vuestras fiestas se
convertirán en funerales y elegías».
Una vez puesto el sol, se fue a enterrarlo.
Los vecinos le regañaban, diciéndole: —Por este motivo te condenaron una vez a
muerte, y a duras penas te libraste de le ejecución, ¿cómo es posible que vuelvas
a lo mismo?
Pero Tobías, que temía a Dios más que al rey, seguía recogiendo los cadáveres de
los asesinados, los escondía en su casa y a media noche los enterraba.
Salmo responsorial Sal 111, 1-2. 3-4. 5-6
V/. Dichoso quien teme al Señor.
R/. Dichoso quien teme al Señor.
V/. Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita.
V/. En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. R/.
V/. Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 1-12
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los
letrados y a los senadores: Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca,
cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se
marchó de viaje.
A su tiempo envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la
viña.
Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías.
Les envió otro criado: a éste lo insultaron y lo descalabraron.
Envió a otro y lo mataron;y a otros muchos, los apalearon o los mataron.
Le quedaba uno, su hijo querido.
Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían.
Pero los labradores se dijeron: Este es el heredero.
Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.
Y agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a
otros.
¿No habéis leído aquel texto: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la
piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente» ?
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos;pero temieron
a la gente, y se marcharon.