La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2021-12-31 lo siguiente:
Ez 34, 11-16
Salmo Responsorial Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
Mt 16, 13-19
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 18-21
Hijos míos, es el momento final.
Habéis oído que iba a venir un Anticristo;pues bien, muchos anticristos han
aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final.
Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los
nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de
manifiesto que no todos son de los nuestros.
En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.
Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque
ninguna mentira viene de la verdad.
Salmo responsorial Sal 95, 1-2. 11-12. 13-14 (R/.: 11a)
R. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra;cantad al Señor,
bendecid su nombre, proclamad día tras día su victoria. R/.
Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena;vitoreen los
campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y
tos pueblos con fidelidad. R/.
Aleluya Jn 1, 14. 12b
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios.
Comienzo del santo evangelio según san Juan 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era
Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha
hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la
tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz,
sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, Al mundo vino, y en
el mundo estaba;el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su
nombre.
Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—«Este es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque
existía antes que yo."»
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio
por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es
quien lo ha dado a conocer.