La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2022-10-30 lo siguiente:
Lectura del libro de la Sabiduría 11, 22—12, 2
Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en la
balanza,
como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados
de los hombres, para que se arrepientan.
Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho;si hubieras odiado
alguna cosa, no la habrías creado.
Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido?
¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado?
Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
Todos llevan tu soplo incorruptible.
Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los
reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor.
Salmo responsorial Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14 (R.: cf. 1)
R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras
día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R.
El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;el Señor es
bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles;que
proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.
El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a
los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11 - 2,2
Hermanos:
Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para
que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe;para que así
Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de
nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de
nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por
supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del
Señor está encima.
Aleluya Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único. Todo el que cree en él tiene
vida eterna.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién
era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más
adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
—«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.»
É1 bajó en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
—«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.»
Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor:
—«Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres;y si de alguno me he
aprovechado, le restituiré cuatro veces más.»
Jesús le contestó:
—«Hoy ha sido la salvación de esta casa;también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»