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MISA DÉCIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2024

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2024-06-30 lo siguiente:

  • Santos Protomártires de la santa Iglesia Romana 2024:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Ni muerte, ni vida podrá apartarnos del amor de Dios

    Is 61, 9-11

    Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucito y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿La aflicción?, ¿La angustia?, ¿La persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?, como dice la Escritura: «Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza.» Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo Responsorial 1 S 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd

    R. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
    Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres,
    nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. R.
    Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían
    llegado hasta el cuello las aguas espumantes. R.
    La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que
    hizo el cielo y la tierra. R.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Cf. Lc 2, 19

    Dichosa es la Virgen María, que conservaba la palabra de Dios, meditándola en su
    corazón.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Conservaba todo esto en su corazón

    Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51

    Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: -«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó: -«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

    Notas

  • DÉCIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2024:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo

    Lectura del libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24

    Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes.
    Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables:
    no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la
    justicia es inmortal.
    Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser;
    pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo,
    y los de su partido pasarán por ella.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 29, 2 y 4. 5-6.11 y 12a y 13b (R/.: 2a)

    R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
    Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos
    se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando
    bajaba a la fosa. R/.
    Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura
    un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la
    mañana, el júbilo. R/.
    Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en
    danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

    SEGUNDA LECTURA DE LA MISA

    Vuestra abundancia remedia la falta que tienen los hermanos pobres

    Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo los Corintios 8, 7. 9. 13-15

    Hermanos:
    Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad.
    Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.
    Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad.
    Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.»

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya 2 Tm 1, 10

    Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte
    y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Contigo hablo, niña, levántate

    Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-43

    En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
    —«Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
    Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
    Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:
    —«¿Quién me ha tocado el manto?»
    Los discípulos le contestaron:
    —«Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»
    Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo:
    —«Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
    Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
    —«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»
    Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
    —«No temas; basta que tengas fe.»
    No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo:
    —«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta está dormida.»
    Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
    -«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, le vántate>>).
    La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones.
    Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z