La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2019-12-29 lo siguiente:
2 Tm 2, 8-13;3, 10-12
Salmo Responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
Mt 16, 24-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz
y me siga.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá;pero el que la pierda por mí la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?
¿Q qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y
entonces pagará a cada uno según su conducta.»
Palabra del Señor.
Lectura del Libro del Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a
Dios hace al padre más respetable que a los hijos
y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados,
el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos
y cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida,
al que honra a su madre el Señor le escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre,
no lo abandones, mientras viva;
aunque flaquee su mente, ten indulgencia,
no lo abochornes, mientras seas fuerte.
La piedad para con tu padre no se olvidará,
será tenida en cuenta para pagar tus pecados;
el día del peligro se te recordará
y se desharán tus pecados como la escarcha bajo el calor.
Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos !
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
V/. Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
V/. Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor:
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida.
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos !
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21
Hermanos:
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la
misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido
convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza;
enseñaos unos a otros con toda sabiduría;exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la
Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Aleluya Col 3, 15a. 16a
Aleluya, aleluya.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro
en vuestro corazón;
que la Palabra de Cristo habite entre vosotros
en toda su riqueza.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13-15. 19-23
Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo:
—Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto;quédate allí hasta que yo te
avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche;se fue a Egipto y se quedó hasta
la muerte de Herodes;así se cumplió lo que dijo el Señor por el Profeta:
«Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en
Egipto y le dijo:
—Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel;ya han muerto los que
atentaban contra la vida del niño.
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes
tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo
llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría nazareno.