La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2020-11-28 lo siguiente:
Lectura del libro del Apocalipsis 22, 1-7
El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río de agua viva, luciente como el cristal,
que salía del trono de Dios y del Cordero.
A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del río, crecía un árbol de la vida;da
doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a
las naciones.
Allí no habrá ya nada maldito.
En la ciudad estarán el trono de Dios y el del Cordero, y sus servidores le prestarán
servicio, lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.
Ya no habrá más noche ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor
Dios irradiará luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Añadió el ángel: Estas palabras son ciertas y verdaderas.
El Señor Dios que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para que mostrase a
sus servidores lo que tiene que pasar muy pronto.
Mira que estoy para llegar.
Dichoso quien tiene presente el mensaje profético contenido en este libro.
Salmo responsorial Sal 94, 1-2. 3-5. 6-7
V/. ¡Marana tha ! Ven, Señor Jesús.
R/. ¡Marana tha! Ven, Señor Jesús.
V/. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva;entremos a
su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R/.
V/. Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su
mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes;suyo es el mar,
porque él lo hizo;la tierra firme, que modelaron sus manos. R/.
V/. Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y la preocupación del dinero, y se os eche encima de repente aquel día;porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre.