La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2020-10-26 lo siguiente:
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 32-5, 8
Hermanos: Sed buenos, compresivos, perdonándoos unos a otros como Dios os
perdonó en Cristo.
Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó
y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave olor.
Por otra parte, de inmoralidad, indecencia o afán de dinero, ni hablar;por algo sois
un pueblo santo.
Y nada de chabacanerías, estupideces o frases de doble sentido;todo eso está fuera
de sitio.
Lo vuestro es alabar a Dios.
Meteos bien esto en la cabeza: nadie que se da a la inmoralidad, a la indecencia o al
afán de dinero que es una idolatría tendrá herencia en el reino de Cristo y de
Dios.
Que nadie os engañe con argumentos especiosos;estas cosas son las que atraen el
castigo de Dios sobre los rebeldes.
No tengáis parte con ellos;porque antes sí erais tinieblas, pero ahora, como
cristianos, sois luz.
Vivid como gente hecha a la luz.
Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
V/. Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos.
R/. Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos.
V/. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos;ni entra por la senda
de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos, sino que su gozo es la
ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
V/. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no
se marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
V/. No así los impíos, no así: serán paja que arrebata el viento;porque el Señor
protege el camino de los justos pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.
Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un
espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha.
Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la
gente: Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los
sábados.
Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata
del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta,
que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había
que soltarla en sábado? A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados,
y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.