La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2020-08-23 lo siguiente:
2 Co 10, 17 - 11, 2
Salmo Responsorial Sal 148, 1-2. 11-13b. 13c-14
Mt 13, 44-46
Lectura del Profeta de Isaías 22, 19-23
Así dice el Señor a Sobna, mayordomo de palacio:
Te echaré de tu puesto,
te destituiré de tu cargo.
Aquel día llamaré a mi siervo,
a Eliacín, hijo de Elcías:
le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda,
le daré tus poderes;
será padre para los habitantes de Jerusalén,
para el pueblo de Judá.
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David:
lo que él abra nadie lo cerrará,
lo que él cierre nadie lo abrirá.
Lo hincaré como un clavo en sitio firme,
dará un trono glorioso a la casa paterna.
Salmo responsorial Sal 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc
V/. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
R/. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón;delante de los ángeles tañeré para ti.
Me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre.
R/. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
V/. Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
V/. El Señor es sublime, se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 11, 33-36
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento
el de Dios!
¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
¿Quién conoció la mente del Señor?
¿Quién fue su consejero?
¿Quién le ha dado primero para que él le devuelva?
El es el origen, guía y meta del universo.
A él la gloria por los siglos. Amén.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16, 13-20
En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y
preguntaba a sus discípulos:
—¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
Ellos contestaron:
—Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías
o uno de los profetas.
El les preguntó:
—Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
—Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió:
—¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que esta en el cielo.
Ahora te digo yo:
—Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los Cielos;
lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará
desatado en el cielo.
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.