La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2025-01-02 lo siguiente:
Ef 4, 1-7. 11-13
Salmo Responsorial Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
Mt 23, 8-12
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 22-28
Queridos hermanos:
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo,
el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre.
Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros
permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo:
la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la
unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie
os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera
y no mentirosa- según os enseñó, permanecéis en él.
Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena
confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 (R/.: 3cd)
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha
dado la victoria, su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su
misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al
Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R.
Aleluya Hb 1, 1-2
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 19-28
Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron
desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran:
—«¿Tú quién eres?»
El confesó sin reservas:
—«Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron:
—«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
Él dijo:
—«No lo soy.»
—«¿Eres tú el Profeta??»
Respondió:
—«No.»
Y le dijeron:
—«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los
que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
El contestó:
—«Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo
el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
—«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió:
—«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que
viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.