La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2021-01-17 lo siguiente:
Ef 6, 10-13. 18
Salmo Responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11
Aleluya Jn 8, 31b-32
Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la
verdad -dice el Señor-.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 16-26
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: -«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?» Jesús le contestó: -«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.» Él le preguntó: -«¿Cuáles?» Jesús le contestó: -«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.» El muchacho le dijo: -«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?» Jesús le contestó: -«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo.» Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico. Jesús dijo a sus discípulos: -«Creedme: difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.» Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: - «Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando y les dijo: -«Para los hombres es imposible;pero Dios lo puede todo.»
Lectura del primer libro de Samuel 3, 3b-10. 19
En aquellos di as, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba
el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió:
-«Aquí estoy.»
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy;vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado;vuelve a acostarte.»
Samuel volvió a acostarse.
Volvió a llamar el Señor a Samuel.
Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«aquí estoy;vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado, hijo mío;vuelve a acostarte.»
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del
Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy;vengo porque me has llamado.»
Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel:
—«Anda, acuéstate;y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo
te escucha.”»
Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes:
—«¡Samuel, Samuel!» Él respondió: -«Habla, que tu siervo te escucha.» Samuel
crecía, y el Señor estaba con él;ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.
Salmo responsorial Sal 39, 2 y 4ab. 7. 8-9. 10 (R/.: 8a y 9a)
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo esperaba con ansia al Señor;él se inclinó y escuchó mi grito;me puso en la boca
un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído;no pides
sacrificio expiatorio. R/.
Entonces yo digo: «Aquí estoy —como está escrito en mi libro- para hacer tu
voluntad.» Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;no he cerrado los labios;Señor,
tú lo sabes. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 13c-15a. 17-20
Hermanos:
El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor;y el Señor, para el
cuerpo.
Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
El que se une al Señor es un espíritu con él.
Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de
su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis
recibido de Dios.
No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por
vosotros.
Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!
Aleluya Jn 1, 41. 17b
Hemos encontrado al Mesías, que es Cristo;
la gracia y la verdad vinieron por medio de él.
En lugar del versículo antes del evangelio propuesto para cada domingo, se puede
escoger alguno de los que se hallan en las pp. 292-297.
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que
pasaba, dice:
—«Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al
ver que lo seguían, les pregunta:
—«¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron:
—«Rabí (que significa Maestro), ¿donde vives?»
Él les dijo:
—«Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día;serían las
cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y
siguieron a Jesús;encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
—«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
—«Tú eres Simón, el hijo de Juan;tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»