La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2023-05-14 lo siguiente:
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 15-17. 20-26
Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas): -«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: “Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella”, y también: “Que su cargo lo ocupe otro.” Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión.» Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: -«Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cual de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio.» Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.
Salmo responsorial Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: cf. 8)
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo (O bien: Aleluya).
Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del
Señor, ahora y por siempre. R.
De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se
eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los
príncipes, los príncipes de su pueblo. R.
Aleluya Cf. Jn 15, 16
Yo os he elegido del mundo, para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure -dice el Señor-.
Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que roe habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío
escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que
hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando
gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había
recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por
los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno,
estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y
recibían el Espíritu Santo.
Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20
V/. Aclamad al Señor, tierra entera. (o, Aleluya ).
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «Qué temibles son tus obras.»
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Fieles de Dios, venid a escuchar;
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18
Hermanos:
Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar
razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y
en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden
confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer
haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.
Aleluya Jn 14, 23
(Si no se canta, puede omitirse)
Aleluya, aleluya.
Si alguno me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—, y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro
Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede
recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con
vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero
vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con
mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los
guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me
revelaré a él.