La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2024-09-10 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 6, 1-11
Hermanos: Cuando uno de vosotros está en pleito con otro, ¿cómo tiene el descaro
de llevarlo a un tribunal pagano y no ante los miembros del pueblo santo?
¿Habéis olvidado que el pueblo santo juzgará el universo? Pues si vosotros vais a
juzgar al mundo, ¿no estaréis a la altura de juzgar minucias? Recordad que
juzgaremos a ángeles; cuánto más, asuntos de la vida ordinaria.
De manera que para juzgar los asuntos ordinarios dais jurisdicción a ésos que en la
Iglesia no pintan nada.
¿No os da vergüenza? , ¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea
capaz de arbitrar entre dos hermanos? No señor, un hermano tiene que estar en
pleito con otro y además entre paganos.
Desde cualquier punto de vista ya es un fallo que haya pleitos entre vosotros.
¿No estaría mejor sufrir la injusticia? ¿No estaría mejor dejarse robar? En cambio,
sois vosotros los injustos y los ladrones, y eso con hermanos vuestros.
Sabéis muy bien que ningún malhechor heredará el reino de Dios.
No os hagáis ilusiones: los inmorales, idólatras, adúlteros, afeminados, invertidos,
ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino
de Dios.
Así erais algunos antes.
Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron invocando al Señor Jesucristo y al
Espíritu de nuestro Dios.
Salmo responsorial Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
V/. El Señor ama a su pueblo.
R/. El Señor ama a su pueblo.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los
fieles que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el
Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R/.
V/. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios
en la boca: es un honor para todos sus fieles. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 12-19
Por entonces, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró
apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago,
Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el
Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de
discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de
Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por
espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía
de él una fuerza que los curaba a todos.