La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2017-07-01 lo siguiente:
Lectura del libro del Génesis 18, 1-15
En aquellos días, el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina de Mambré,
mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda, porque hacía calor.
Alzó la vista y vio tres hombres en pie frente a él.
Al verlos, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y se prosternó en tierra,
diciendo: —Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo.
Haré que traigan agua para que os lavéis los pies y descanséis junto al árbol.
Mientras, traeré un pedazo de pan para que cobréis fuerzas antes de seguir, ya que
habéis pasado junto a vuestro siervo.
Contestaron: —Bien, haz lo que dices.
Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara y le dijo: —Aprisa, tres
cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza.
El corrió a la vacada, escogió un ternero hermoso y se lo dio a un criado para que lo
guisase en seguida.
Tomó también cuajada, leche, y el ternero guisado y se lo sirvió.
Mientras él estaba en pie bajo el árbol, ellos comieron.
Después le dijeron: — ¿Dónde está Sara, tu mujer?
Contestó: —Aquí, en la tienda.
Añadió uno: —Cuando vuelva a verte, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá
tenido un hijo.
Sara lo oyó, detrás de la entrada de la tienda.
(Abrahán y Sara eran ancianos, de edad muy avanzada, y Sara ya no tenía sus
períodos)
Y Sara se rió por lo bajo, pensando: —Cuando ya estoy seca, ¿voy a tener placer,
con un marido tan viejo?
Pero el Señor dijo a Abrahán: — ¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: «De verdad
que voy a tener un hijo, yo tan vieja» ?
¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte por esta época, dentro del
tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo.
Pero Sara lo negó: —No me he reído.
Porque estaba asustada.
El replicó: —No lo niegues, te has reído.
Salmo responsorial Lc 1, 46-47. 48-49. 50 y 53. 54-55
V/. El Señor se acuerda de su misericordia.
R/. El Señor se acuerda de su misericordia.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi
salvador. R/.
V/. Porque ha mirado la humillación de su esclava;desde ahora me felicitarán
todas las generaciones.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. R/.
V/. Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación: a los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los
despide vacíos. R/.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había
prometido a nuestros padres, en favor de Abrahán y su descendencia para
siempre. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó diciéndole:
Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.
El le contestó: Voy yo a curarlo.
Pero el centurión le replicó: Señor, ¿quién soy yo para que entres bajo mi techo?
Basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes: y le digo a
uno «ve» , y va;al otro, «ven» , y viene;a mi criado, «haz esto» , y lo hace.
Cuando Jesús lo oyó quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en
Israel no he encontrado en nadie tanta fe.
Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán,
Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos;en cambio a los ciudadanos del Reino los
echarán afuera, a las tinieblas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Y al centurión le dijo: Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.
Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre;la cogió de
la mano, y se le pasó la fiebre;se levantó y se puso a servirles.
Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados;él con su palabra expulsó los
espíritus y curó a todos los enfermos.
Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «El tomó nuestras dolencias y cargó con
nuestras enfermedades».