La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2024-08-04 lo siguiente:
Lectura de la profecía de Ezequiel 3, 16-21
En aquellos días, me vino esta palabra del Señor: -«Hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel. Cuando escuches una palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado que es reo de muerte, y tú no le das la alarma -es decir, no hablas, poniendo en guardia al malvado, para que cambie su mala conducta y conserve la vida-, entonces el malvado morirá por su culpa; y, a ti, te pediré cuenta de su sangre. Pero, si tú pones en guardia al malvado, y no se convierte de su maldad y de su mala conducta, entonces él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida. Y, si el justo se aparta de su justicia y comete maldades, pondré un tropiezo delante de él, y morirá; por no haberle puesto en guardia, él morirá por su pecado, y no se tendrán en cuenta las obras justas que hizo; pero, a ti, te pediré cuenta de su sangre. Si tú, por el contrario, pones en guardia al justo para que no peque, y en efecto no peca, ciertamente conservará la vida, por haber estado alerta; y tú habrás salvado la vida.»
Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. (O bien: Aleluya.)
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.
Aleluya Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los
cautivos la libertad.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas qué no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: -«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.» Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Lectura del libro del Éxodo 16, 2-4. 12-15
En aquellos dias, la comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón
en el desierto, diciendo:
—«¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos
sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis
sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta comunidad.»
El Señor dijo a Moisés:
—«Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a receger la ración de cada
día; lo pondré a prueba a ver si guarda mi ley o no. He oído las murmuraciones de
los israelitas. Diles: "Hacia el crepúsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis
de pan; para que sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios."»
Por la tarde, una banda de codornices cubrió todo el campamento; por la
mañana, habIa una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se evaporó la
capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino, parecido a la
escarcha. Al verlo, los israelitas se dijeron:
—«¿Qué es esto?»
Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo:
—«Es el pan que el Señor os da de comer.»
Salmo responsorial Sal 77, 3 y 4bc. 23-24. 25 y 54 (R/.: 24b)
R/. El Señor les dio un trigo celeste.
Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, lo
contaremos a la futura generación: las alabanzas del Señor, su poder. R/.
Dio orden a las altas nubes, abrió las compuertas del cielo: hizo llover sobre
ellos maná, les dio un trigo celeste. R/.
Y el hombre comió pan de ángeles, les mandó provisiones hasta la hartura. Los
hizo entrar por las santas fronteras, hasta el monte que su diestra había
adquirido. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 17. 20-24
Hermanos:
Esto es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya como los gentiles,
que andan en la vaciedad de sus criterios.
Vosotros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que es él a
quien habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la verdad en Cristo
Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo corrompido
por descos seductores, a renovaros en la mente y en el espíritu y a vestiros de la
nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas.
Aleluya Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Lectura del santo evangelio segun san Juan 6, 24-35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí,
se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. AL encontrarlo en la otra
orilla del lago, le preguntaron:
—«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les contestó:
—«Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque
comisteis pan hasta saciaros.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para
la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre,
Dios.»
Ellos le preguntaron:
—«Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?»
Respondió Jesús:
—«La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»
Le replicaron:
—«¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito:"Les dio a
comer pan del cielo.”»
Jesús les replicó:
—«Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi
Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja
del cielo y da vida al mundo.»
Entonces le dijeron:
—«Señor, danos siempre de este pan.»
Jesús les contestó:
—«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en
mí nunca pasará sed.»