La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2024-08-01 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 1-4
Hermanos: Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que no pudo hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, lo ha hecho Dios: envió a su Hijo encarnado en una carne pecadora como la nuestra, haciéndolo víctima por el pecado, y en su carne condenó el pecado. Así, la justicia que proponía la Ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por la carne, sino por el Espíritu.
Salmo responsorial Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)
R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca. R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. R.
Mt 5, 13-l9
Lectura del Profeta Jeremías 18, 1-6
Palabra del Señor que recibió Jeremías: Levántate y baja al taller del alfarero, y allí
te comunicaré mi palabra.
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno.
Le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo (como pasa al barro en mano
del alfarero) , y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: ¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de
Israel, como este alfarero? oráculo del Señor.
Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano,
casa de Israel.
Salmo responsorial Sal 145, 1b-2. 3-4. 5-6
V/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
V/. Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios
mientras exista. R/.
V/. No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar: exhalan el
espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes. R/.
V/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor su Dios,
que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El Reino de los Cielos se parece también a la
red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la
arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y a los malos los
tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de
los buenos y los echarán al horno encendido.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto ? Ellos le contestaron: Sí.
El les dijo: Ya veis, un letrado que entiende del Reino de los Cielos es como un
padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.